martes, 6 de mayo de 2008

El invitado



Me senté en tu mesa

Una mesa larga y engalanada

Bebí de tu vino

Al fragor de unas copas

Dije unas cuantas verdades

Apagué mis gritos conversando con tus amigos

50 combinados me tomé

50 veces al baño fui

Te pregunté si acaso éramos amigos

Tú no respondiste

Ahogando tu llanto en un vaso de jote.


Hay cosas que no se hablan

Hay mezclas que no se hacen



Fui al baño a devolver mi alegría

Mientras el alba transformaba a esa princesa cuyo diáfano mirar desapareció con la luz.

Mi alegría se seguía yendo por el escusado

Esa alegría que sentiste por mi compañía otrora.



Para borrar mis penas me quedo con tu señora.


M. R.


1 comentario:

ABSINTHE dijo...

Secillamente hermoso.

Jaime Quezada