
No me interesa que seas bella, ni estilizada.
A cada copa la lujuria crece como la marea,
De esa luna que con sus rayos de color brea
Hace que te veas como una princesa encantada.
Tu larga cabellera ondulante se mueve como el mar
Al igual que los colifecales que flotan dispersos en él
Ya quisiera yo zambullirme y luego plácidamente nadar
Y besar tus labios eternamente hasta vomitar.
Tu aliento a cementerio me lleva a lugares de ensueño
Tus ojos inyectados en sangre me sugieren pasión.
Yo no puedo más que ofrecerte un vaso de pipeño,
Ese que fue hecho con tanto amor en
Me muevo en un campo de flores en manos de tus labios
Desnudo, tal como el bebé que quiere alcanzar la ubre.
Ya quisiera besar tus partes nobles a lo largo de los años
Y ver tu figura y facciones en una noche lúgubre.
La luz del día sugiere alejarme de tus fauces
Y de tus arrumacos con fuerza de gorila en celo.
Mientras tú vas al baño me alejo vil rata de cause,
Para no ser víctima de aquel horrible flagelo.
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