sábado, 19 de abril de 2008

SOBRE LA INGRATITUD

Reflexiones acerca de una poesía fundada en el resabio y la indiferencia


Cómo escribir con un lenguaje inequívoco y certero, cómo poder describir la esencia de una poesía que tiene como fundamentos el resabio y la indiferencia.

El olvido y el desagradecimiento que padecen algunos seres respecto de los beneficios y favores que recibieron de otras personas, son propios de las almas ruines. Las mismas que vemos plasmadas en cada uno de los versos e iluminaciones de estos jóvenes poetas.

La falta de interés y afecto hacia la rima va de la mano con el total desprecio por la métrica. La que a ratos ahonda en el terreno de lo grotesco y excéntrico.

Pero no creáis que caminarás por las tierras de la licencia y la anarquía sino que ,sin saberlo, pisarás donde nace la belleza. La armonía oculta. Esa que sólo puede ver el poeta visionario. Falto de voluptuosos estímulos.

Así como la pluma indolente da una escapatoria de la vida banal y monótona.

Leer un poemario podría tender a un carácter punitivo si no se advierte al lector que en cada estrofa se enciende una letanía a la ingratitud. La que se apaga con la sombra del desprecio.

Sólo sabemos que sus “principales exponentes tienen un abdomen prominente” producto de las grandes penurias a las que están sumidos.

Vehementes y malolientes son características inherentes de los poetas ingratos.